El problema de no mancharse las manos con sangre ajena es que alguien se las manche con la nuestra.

Santa ira, pero para todos

13/05/2007

Algunos se indignaron, con razón, cuando hace unos días atacaron unos militantes de PP anunciaron que abandonaban la política como consecuencia de las amenazas recibidas. Quisiera saber si esa ira es extensible a otros casos similares. No me sorprenderá saber que no.

NOTA: Don EP se ha cabreado.