El problema de no mancharse las manos con sangre ajena es que alguien se las manche con la nuestra.

Cuidado... ¡vuelan los piolets!

03/12/2009

¡Coña! Los piolets de la refundación surcan los cielos, y me han pillado levantisco. Estoy que no gano para sustos…

¡Mercader, dimisión!