Me obsesiona Europa, que es donde se concentra y se desoberaniza el poder. Nuestras administraciones estatales y autonómicas son juguetes para mantenernos entretenidos. Los estados cada vez tienen menos poder. Hay que poner el ojo político en Europa, antes de perder ese tren también.
Es una cuestión de supervivencia, pero si Europa no avanza en la integración y en la democratización, sencillamente vamos a desaparecer.
Europa es como esos barrios de ricos cerrados de las ciudades sudamericanas, al otro lado de cuyos muros está el abismo. Todo el mundo nos odia y nos desprecia por nuestra seguidismo de EEUU. Rusia se ha puesto, de forma un tanto oportunista -porque la URSS es tan responsable del desequilibrio social y ecológico como occidente- del otro lado.
Antes o después dejarán de venir en oleadas de inmigrantes y refugiados y vendrán en formación militar. O para entonces la UE ha cambiado radicalmente su ser y estar en el mundo, o sencillamente, seremos destruidos. Yo no creo que lo vea, pero la generación de nuestros hijos lo va a pasar muy mal. Ni intuimos el mundo que les viene encima.
Si queremos conservar nuestro modo de vida y la democracia, hay que dar un golpe de timón y renunciar a muchas cosas.
Y hay que hacerlo ya.