En Twitter, todos somos unas ratas, pero en la calle unos somos moralmente superiores a otros.

Matemáticas políticas

08/11/2005

El PP y sus corifeos, en su habitual tónica de manipular la realidad y cambiarla de aspecto de manera que parezca otra y no la que es, anda lamentándose con esas lágrimas de cocodrilo llorón y traicionero que les caracterizan. Dicen que qué injusticia, que qué pena, que media España se ha quedado sola en el congreso frente a otros catorce partidos, y que los otros catorce, que son malos, muy malos, han roto todos juntos el consenso constitucional. Sobre esto último, no me meto, porque si don Mariano, intérprete natural de la Constitución y de la voluntad nacional lo dice, él sabrá por qué lo dice, que doctores tienen la Iglesia y el Hospital Cclínico. Pero sí voy a hacer algunas matemáticas políticas con la intención aviesa de despejar una incógnita: ¿quién está realmente sobrerrepresentado en el Congreso de los Diputados? ¿Es cierto que los partidos nacionalistas tienen más representación que los grandes, y eso hace que éstos estén permanentemente entregados, vendidos a los anteriores, como denuncia la derecha desde que no gobierna?. Creo que no; pero contemos, Inés, si te parece, primero.

Veamos los datos de las últimas elecciones generales, que están disponibles para que los mortales los consultemos en esta bonita web del Ministerio del Interior.

Los datos nos dicen, en primer lugar, que el PP no representa, ni si quiera se acerca a la mitad de los españoles. En marzo de 2004, el 37,71 por ciento de los votantes se inclinaron por las candidaturas derechistas. Sin embargo, en el reparto de escaños, les tocó un 42, 28 por ciento de los puestos disponibles. Al PSOE le correspondieron el 42,59 por ciento de los votos y el 46,85 por ciento de los escaños. Al PNV le correspondió el 1,63 por ciento de los votos y el 2 por ciento de los escaños. Estas tres formaciones recibieron un porcentaje mayor de escaños que el de votos obtenidos, mientras que el resto de las candidaturas -CiU, ERC, IU, Coalición Canaria, BNG Chunta Aragonesista, y Eusko Alkartasuna- tuvieron una infrarrepresentación, siendo un caso especialmente sangrante el de Izquierda Unida, que con el 4,96 por ciento de los votos, le correspondió el 1,42 por ciento de los escaños. Nafarroa Bai prácticamente iguala el voto (0,24 por ciento) y la representación parlamentaria (0,27%).

A la vista de estos datos contrastables e incontrovertibles, salvo error de cálculo mío, bastante probable por otra parte, cabe deducir que son, precisamente los dos grandes partidos políticos de implantación nacional los que están sobrerrepresentados en relación al apoyo electoral obtenido. Así, si aplicáramos un sistema proporcional puro, al PSOE le corresponderían 149 diputados (15 diputados menos), al PP le corresponderían 132 (16 diputados menos), al PNV le correspondería un diputado menos, y al partido más perjudicado por el actual sistema electoral, IU, le corresponderían 17 diputados, es decir, 12 diputados más. ERC, CiU y BNG obtendrían un diputado más, y el resto de los partidos políticos mantendrían la representación parlamentaria que tienen. Así saldría un total de 333 escaños, de forma que habría un resto de 17 escaños con los que se podría corregir el sistema para favorecer a los partidos más votados si se quiere dotar de estabilidad al sistema.

No parece razonable, pues, que ande el Partido Popular lamentándose de que el sistema electoral les perjudica a ellos, porque ya hemos visto que les beneficia, y que, con los actuales resultados, son ellos, precisamente quienes han sido más favorecidos; como tampoco parece razonable que se lamenten de que el actual sistema electoral beneficia a los partidos nacionalistas, porque hemos visto que esos partidos, precisamente, tendrían en términos generales la misma representación parlamentaria con un sistema proporcional puro corregido con los restos.